La molienda está quedando sino en el olvido pero con menos referencias que hace
algunos años.
La proliferación de azucares ha dejado a esta
industria relegada como una pieza de recuerdo de la infancia. El trabajo que
demanda la Molienda sobre pasa las 8 horas y así sacar los derivados.
En la Molienda se disfruta desde el jugo de caña
que es una delicia. Después la cachaza que a temperatura de más de 200 grados
es un deleite. Observando el proceso, son segundos los que separa una etapa de
la otra. Del jugo a la miel y la espera para tener el punto es minucioso. Miel
que gotea y que hace hilo, es el momento del batido y después los canechos y la
azúcar.
El Marcalino año 8, Edición
353
31 de julio del 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario